El músico más profundo y emotivo de la generación de compositores nacionalistas fue Antonio Estévez. En 1926 ingresó como miembro ejecutante de genis5 a una banda que había sido fundada ese año en el estado Guárico. El año 1931 ingresó a la Escuela de Música y Declamación en Caracas. En 1932 ingresó a la Banda Marcial, dirigida entonces por el maestro Pedro Elías Gutiérrez. En 1934 inició estudios de oboe con Mario DalFArgine, de clarinete con el profesor Miguel Gallo y de composición con el maestro Vicente Emilio Sojo. Para 1940, Estévez ya impartía clases de armonía. En 1942 contrajo nupcias con Flor Roffé; este año fundó el coro del Liceo Andrés Bello y el orfeón universitario de la Universidad Central de Venezuela. En 1944 egresó como maestro compositor de la Escuela Nacional de Música, formando parte de la primera promoción de compositores egresados de la cátedra de composición de Sojo. Entre 1945 y 1949 viajó por Estados Unidos y Europa consolidando su formación musical a través de estudios de dirección orquestal y composición. Desde 1961 vivió en Europa, donde permaneció por un lapso de diez años. En 1971 se residenció en Caracas y creó el Estudio de Fonología Musical de Caracas, el cual dirigió hasta el año 1979. Su obra obtuvo renombre internacional por su Cantata Criolla, considerada la obra más significativa del nacionalismo musical venezolano. También pertenecen a su producción los siguientes títulos: Canción de la 'Molinera, para coro mixto, 1943. Concierto para Orquesta, 1949. Premio Nacional de Música, 1950. Diecisiete Canciones Infantiles para Piano, 1956. Polo Doliente, para canto y piano. 1957. Obertura Sesquicentenaria, 1962, Premio Nacional de Música, 1963. Cromovibrafonía Múltiple, para cinta magnetofónica, 1972.
Tomado del Libro: Sonido que Es Imagen… Imagen que es Historia